Se venden ya abiertamente como lotes edificaciones que deberían estar protegidas según la ordenanza 5338/12: 12 entre 44 y 45, se mutilan árboles sanos en 45 entre 12 y 13, y se permite edificaciones fuera de altura hasta para el código trucho bruerista: 6 pisos, enfrente de una Escuela secundaria .42 entre 9 y 10 o 10 y 11.
Mientras hacen negocio, desbordan las aguas servidas en 44 y 12, porque lógicamente las redes no dan abasto.
La ciudad planificada como verde, fresca y arbolada tiende a convertirse hoy en un sombrío y húmedo hueco, de viviendas cada vez más inalcanzables por la carrera especulativa estimulada por la administración bruera y sus socios, con árboles truncos, con paredes que no tienen nada que decir y bocacalles malolientes a causa de la falta de inversión.
Este es el panorama en brueralandia.
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