DETENCIÓN DEL PATA MEDINA. FALTAN LOS CÓMPLICES
La caída en desgracia de El Pata es el tema del momento. Se describen
sus aprietes por coima, pero no se menciona a quienes la pagaban. El Pata no
era externo al negociado inmobiliario sino un socio necesario, que conocía los
números y recibía su parte de sus cómplices.
Esos cómplices son los que modificaron el Código de Ordenamiento Urbano
(COU) a la medida de su codicia en 2010: más que cómplices, son los socios
mayoritarios. De ellos no se habla.
Funcionarios y periodistas describen cómo el Pata frenaba las torres y
el estadio en el Bosque, sin hacer mención al importante número de esas torres que
se construyó con permisos ilegítimos, ni a que ese estadio fue levantado sobre
un paseo y veredas públicos “cedidos” turbia e ilegalmente por el ex gobernador
Scioli.
Ahora refieren un desmesurado número de edificios suspendidos por El
Pata. Nada dicen de los efectos devastadores que, de construirse, tendrían sobre
La Plata. Tampoco hablan del impacto que ya tuvo la construcción sin control – COU
y permisos turbios mediante- que saturó la infraestructura, arrasó con
patrimonio irrecuperable, nos arrebató el paseo del Bosque y pauperizó la
calle, destruyendo nuestra ciudad.
Esperan que nos conmovamos por el drama que atravesaron los mismos que
modificaron el COU para llenarse los bolsillos. Así, convirtieron la ciudad en
el desastre que sufrimos los platenses todos los días. Así, habilitaron “desarrollos”
y barrios cerrados, muchas veces sobre humedales –que rellenaron por arriba del
nivel de la ciudad volcando, cada vez que llueve, el agua hacia el casco impermeabilizado
por el cemento-. Así, inventaron a El Pata.
El Pata les pedía coima, pobres. Nada mencionan de las repetidas muertes
de trabajadores –y vecinos- en obras inseguras, y de la necesaria ausencia cómplice
del sindicato.
Y la coima no la pagaban ellos: se nos transfería a todos. En la obra
pública la pagaba la sociedad con sus impuestos; y en la obra privada la pagaba
el usuario final, ya que el “emprendedor” traspasaba el “sobrecosto” a los
precios. Hoy, con el Pata tras las rejas, los valores al público no bajarán.
Dicen que la construcción no crecía en La Plata. Esto es lisa y llanamente
una mentira insostenible: desde la sanción del COU (2010) se duplicó el cemento
en la ciudad. Y se multiplicó de manera irracional el precio de vivienda y
alquileres. Más monoambientes, a mayor precio. Negocio redondo.
Los mismos que inventaron los “permisos provisorios” y produjeron daños
permanentes –inundación, desbordes cloacales, marginación, asentamientos- son
los que ahora nos amenazan con un nuevo “boom” de la construcción.
Nada mencionan periodistas y funcionarios sobre las inauditas molestias,
durante años, al céntrico barrio de la UOCRA en 44: vandalismo, acoso, cortes arbitrarios
de tránsito, etc. No existen para ellos los vecinos que murieron de angustia reclamando por sus derechos a una clase política no calificada y un poder
judicial de cemento.
Resulta imprescindible investigar –la detención de El Pata lo demuestra-
si hubo negocios inmobiliarios levantados a base de corrupción.
Los platenses reclamamos a la Justicia la profundización de la
investigación, hasta esclarecer cómo y por qué se aprobó el COU en 2010, y
juicio a los responsables -y sus cómplices en la clase dirigente- del drama que
gracias a esta normativa viciada atraviesan la ciudad, la región y sus
habitantes.