Las pérdidas del patrimonio de todos los platenses incluyen jardines con frondosos árboles. Son reemplazados por húmedos paredones que impiden el paso de la luz del sol -minuciosamente calculada en los planteos fundacionales de la ciudad- condenando a penumbras eternas a los vecinos.
Pronto la ciudad no tendrá más frentes escultóricos neoclásicos.
La calidad de vida también se demuele y, en conjunto, estas "obras" traen consecuencias devastadoras para la vida de los habitantes de la ciudad, que después pagamos todos.
Como si se tratara de un periódico de otra ciudad, el diario más tradicional de La Plata titula "Avanza nueva etapa de recuperación del eje fundacional", mientras se demuele una de las fachadas más emblemáticas de la ciudad.
¿Ciudad verde?
¿Ciudad sustentable?
¿Memoria y convivencia?
Una vez más, el responsable de patrimonio por la administración municipal, Lammachia, ausente, el responsable de Obras Particulares, Larroque, habilita cualquier cosa, y el sol del gobernador, sólo está dibujado en sus afiches.
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