Ante el anuncio de la venta de las sedes Social de calle 46 y Náutica de Punta Lara por parte de la Comisión Directiva del Club Universitario, Defendamos La Plata quiere subrayar que, lejos de reforzar la función social de su institución, dicha la Comisión Directiva -de la que parte ha renunciado en disconformidad con la medida- está claramente optando por el negociado inmobiliario con sus bienes. En lugar de brindar un aporte a
la comunidad, a su calidad de vida y esparcimiento saludable, estaría eligiendo pervertir
el objeto del club para arrastrarlo a la especulación inmobiliaria, en perjuicio del futuro del propio
Universitario, y de una ciudad que ya está saturada de cemento.
El Presidente del Club Universitario Alberto Darhanpé (candidato en la lista de Bruera) estaría impulsando este negociado en función de la íntima vinculación que tiene con el poder político y los hermanos Bruera.
Por un lado, el impacto de la construcción de unas 200 oficinas en donde
está la sede de 46, en una ciudad exhausta de torres y agobiada por sombras,
cables y congestiones de tránsito parece no alertar a los miembros de esta Comisión Directiva.
Por otro lado, la manifestación por parte de la Comisión Directiva de que su sede Náutica
de Punta Lara (ex Balneario del Jockey Club de la Provincia) da pérdida es,
ante todo, una confesión de la propia ineptitud de esta CD: es un momento en el
que el auge de los deportes náuticos resulta una oportunidad única para lograr
poner en justo valor y obtener las debidas ganancias de un predio único en la
costa bonaerense, que no sólo es patrimonio del Club Universitario, sino que ha
sido declarado Patrimonio Provincial. Y que se encuentra emplazado a pasos de
la bajada de la Autopista Bs. As./La Plata, siendo así un potencial -y
misteriosamente no explotado- gran negocio para cualquiera que se decida a
desarrollarlo.
En tercer lugar, la venta de la Sede Náutica de Punta Lara y de la Sede
Social de 46 dejaría al Club Universitario desmantelado y sin propiedades ni
recursos propios.
En el peor de los casos, si la actual Comisión Directiva se manifestara definitivamente incapaz ante sus obligaciones de
proteger y desarrollar su club, la asamblea DLP recuerda a los socios la
existencia de la Ley 13747, que tiene por objeto la "recuperación y
preservación de espacios comunitarios históricos de los Clubes Sociales y
Sociedades de Fomento, con un mínimo de 50 (cincuenta) años de fundación y de
actuación en sus distritos, que formen parte de la historia del barrio y que se
encuentren en una situación económica crítica tal que ponga en peligro su
funcionamiento". Ley que la actual CD del club aparentemente desconocería, ignora o procuraría esconder.
Por último y con respecto a la actitud de ciertos miembros de la CD del club, cabe mencionar que no promete nada positivo la connivencia con funcionarios cuya administración está manchada e investigada por la Justicia -como lo exponen los últimos acontecimientos de dominio público- por los continuos negociados con el espacio público, enajenación de bienes estatales para propio provecho, destrucción irrecuperable de la cultura edificada y espacios verdes, patrimonio de todos los platenses, y negligente e incomprensible falta de previsión y responsabilidad ante desastres masivos.
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