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lunes, 5 de julio de 2010

Ganancia de unos pocos. Un negocio que convierte en escombros a los edificios historicos de la ciudad

en la web:
http://www.diariohoy.net/accion-verNota-id-93434-titulo-Un_negocio_que_convierte_en_escombros_a_los_edificios_histricos_de_la_ciudad

Ganancia de unos pocos
Un negocio que convierte en escombros a los edificios históricos de la ciudad
Las modificaciones al COU y los permisos para demoler antiguas viviendas habrían sido aprobados para despejarles el camino a los constructores cercanos al poder político. Radiografía de un negocio que está destruyendo el patrimonio platense

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Así como reconoce sus rasgos en las diagonales, los tilos y la numeración de sus calles, La Plata es igualmente admirada por sus edificios fundacionales, su patrimonio escultórico y su fisonomía urbana, a la que mucho contribuyen sus construcciones antiguas.Estos y otros atributos hacen a una identidad, que en los últimos años se ha visto bastardeada por el avance indiscriminado de la construcción a expensas de viviendas y fachadas históricas que quedan reducidas a escombros.Lo singular del caso es que no habría sido la falta de planificación lo que terminó desatando esta suerte de plaga, sino una maniobra presuntamente orquesta en pro de un fastuoso negocio inmobiliario. Algunos dicen que el Municipio lo hizo para retribuir el apoyo que habría recibido el oficialismo durante su campaña electoral, y otros que lo armó para hacerse del respaldo que necesita de cara a una nueva contienda electoral (en la que, por su rebeldía, no contaría con recursos de la Provincia, ni mucho menos de la Nación). Pero nadie, en los círculos de poder, habla de un boom inmobiliario nacido por generación espontánea.Quienes no creen en la casualidad y abonan la teoría de las causalidades, apoyan sus argumentos en dos hechos puntuales: la modificación de una norma que impedía tirar abajo las viviendas antiguas, y los cambios al Código de Ordenamiento Urbano (COU) para habilitar la construcción de edificios en aquellas zonas en las que no estaban permitidos. Ambas sobrevinieron durante la actual gestión municipal y no estuvieron exentas de escándalos.Sobre el primero de esos puntos, ediles de la oposición dijeron que en 2006 -y para respaldar la postulación de La Plata en su frustrado intento por convertirse en Patrimonio cultural de la humanidad- se creó un registro de bienes a proteger. En ese catálogo entraron 1.826 construcciones, 40 de las cuales merecían protección integral y 171 protección estructural.Dos años más tarde, el oficialismo en el Concejo Deliberante modificó la letra y dejó la evaluación de esos bienes al arbitrio de una comisión integrada por representantes de entidades colegiadas, y de los sectores empresariales ligados a la industria de la construcción. Despejado el camino, las recientes modificaciones al COU -que aun no entró en vigencia- hicieron el resto. ¿Es descabellada esta lectura? Lo cierto es que las fachadas históricas se siguen precipitando a tierra como fichas de dominó y ni los concejales ni la asamblea de vecinos y profesionales que ejercen la resistencia, han logrado detenerlo.Gruesas paredes que ceden ante el impacto de los mazazos y enormes ventanales que son sacrificados en nombre del progreso. Para el concejal Daniel Caferra (Nuevo Encuentro), “la agresión contra el patrimonio histórico es un fenómeno ininterrumpido que tiene períodos de mayor profundidad, como el que nos toca vivir”.Según el edil, la ciudad estaría a merced de “una política que tiene como fin los negocios inmobiliarios”, que ahora han sido “liberados de obstáculos”. Aquellos que recorren los pasillos del Palacio Municipal (o los bares que rodean a la Legislatura) saben que hay una danza de nombres. Dicen que las grandes beneficiarias de todo este teje y maneje serían las inmobiliarias Dacal y Moragues. También hablan de un empresario bastante devaluado en su rubro, pero acostumbrado a saborear las mieles de los negociados non sanctos; y de un alto funcionario bruerista que haría de nexo entre éste y la caja municipal.Caferra no lanza acusaciones ni hace nombres. Pero entiende que es “sugestivo que el gobierno municipal se haya empeñado tanto en aprobar las modificaciones al COU, aún frente a lo que opinaban los entendidos”.Considera que entre los concejales oficialistas -que ostentan la mayoría- no hay voluntad de preservar aquellas viviendas. De todos modos, tiene previsto presentar un proyecto de ordenanza que prohiba por 180 días la realización de cualquier reforma, tanto en las construcciones que integraban aquel listado, como en las que se construyeron antes de 1940. Mientras tanto, deberán buscarse soluciones para resolver la cuestión de fondo.ProtagonistasAl analizar la empresas que apoyaron la polémica reforma del COU, algunas directa o indirectamente involucradas en la destrucción de edificios históricos, hay datos llamativos. A saber:Claudio Di Rocco. El ingeniero que militara en Platenses en Acción, la efímera agrupación que sirvió de plataforma política al dueño de Galia, Ricardo Salomé, para jugar al candidato a intendente, es un abonado del establishment local y hace lobby para la corporación constructora desde la Federación Empresaria de La Plata y desde la Cámara Argentina de la Construcción.Jorge Del Río. Titular de la constructora Ridel SA, amplifica su poder de lobby con su chapa de presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de la Construcción (Apymeco), la más combativa de las entidades que agrupan al sector.Gustavo Marín. También tiene paraguas institucional. Es el presidente de la Federación de Pymes de la Construcción y acredita 29 años de provechosa relación con la obra pública provincial. Participó de obras de gran envergadura, como el Estadio Unico y las cárceles de Magdalena y Melchor Romero.Adolfo Zelaya Ibarrola. Es el fundador y presidente de Adra, una constructora con 25 años de trayectoria que ya levantó una treintena de edificios en el casco urbano de la ciudad, tiene en construcción otra decena y al menos otros cinco proyectados.Pablo Mindlin. Es el gerente de Borok Construcciones, una empresa que ha levantado numerosos edificios en el casco urbano platense y también ha hecho buenos negocios con el Estado. De muy bajo perfil, Mindlin evita la estridencias, pero juega fuerte. Lobby silencioso pero de alta gama.Javier Moragues. Otro lobbista de bajo perfil pero fuerte influencia en La Plata. Dueño de Inmobiliaria Moragues, también tiene Moragues Edificios. En su sitio web dice que “apuesta” por el país y, fundamentalmente, por “la ciudad”.Julio Chaparro. Presidente del Grupo Building, este arquitecto es, acaso, el empresario platense que ha experimentado el más meteórico de los crecimientos de la ciudad, gracias a su cercanía con el poder político. En la última década, hizo florecer más de 60 edificios y consolidó una marca que es ícono del llamado “boom de la construcción”. De alto perfil, le gusta la rosca y la practica con habilidad.A ellos se suman los popes de los countries (ver aparte), fieles exponentes de una casta frente a la que poco podrán hacer aquellos románticos que, simplemente, quieren frenar la demolición de casas bajas.
Los barones de los countries
Entre los grandes beneficiarios de las reformas brueristas en materia de construcción, también se encontrarían los siguientes empresarios:Gustavo Rodríguez Dacal. Titular de Dacal Bienes Raíces, su crecimiento ha sido exponencial en los últimos años. Los tradicionales actores del negocio inmobiliario de City Bell dicen que “rompió” el mercado en la zona norte del partido poniendo los precios por las nubes. Se lo vincula al ex secretario de Medios de la Nación, Pepe Albistur, y a su novia citybellense, Victoria Tolosa Paz, con quienes compartiría negocios.Alberto Dacal. Es el hermano de Gustavo, pero tiene boliche propio e intereses en el mismo rubro. Juega fuerte en el negocio de barrios privados, countries y clubes de campo. Ya hizo el Grand Bell y desarrolla urbanizaciones en Hernández, Gonnet y en la Ruta 2. También tiene presencia en los dos balnearios clásicos del veraneo top argentino: Pinamar y Punta del Este.
Vía libre a las demoliciones
En abril último la concejal Teresa Urriza (Frente para la Victoria-Partido Justicialista-Nacional y Popular) presentó un pedido para que el Ejecutivo informara sobre la demolición de propiedades con valor arquitectónico, que supuestamente estaban protegidas. Lógicamente, las demoliciones siguieron adelante.La edil recordó que “el Colegio de Arquitectos se opuso a las modificaciones al Código de Ordenamiento Urbano (COU)”, pero aún así se siguió adelante con el proyecto.También hizo ver que la ciudad tenía un Consejo de Ordenamiento Urbano y Territorial (COUT) que velaba por los intereses de la comunidad por sobre los intereses particulares, pero ahora “inventaron” un nuevo organismo en cuya composición participan el Colegio de Martilleros y la Cámara de la Construcción, es decir dos grandes interesados en el desarrollo inmobiliario.
Los terrenos más valiosos
El concejal Daniel Caferra (Nuevo Encuentro) señaló que, por lo general, “las casas históricas están en los terrenos más valiosos, por lo que un edificio de diez pisos permite una ganancia extraordinaria”.Agregó que el cuidado de los bienes patrimoniales le daría a la ciudad “un valor agregado” y podría servir de incentivo para que los extranjeros que visitan la Capital Federal vengan de paseo a la ciudad. Pero “en estos últimos años se ha visto cómo la construcción arrasó con esas propiedades”.Con las nuevas normas, las empresas tienen respaldo legal para demoler y construir. Con la entrada en vigencia del nuevo COU el fenómeno será mucho más notorio.“El arrasamiento de la historia urbana de La Plata es como serruchar la rama que pisamos: el perfil distintivo de la ciudad es oro en polvo para el turismo cultural y para la promoción de la ciudad como centro de convenciones durante todo el año”, concluyó Caferra.
Los vecinos que resisten
Se los vio sufrir frente a la demolición de una fachada histórica en la calle 10 del casco urbano platense. También se los pudo ver peleando por la preservación de los edificios que rodean a plaza Rocha. Pero poco y nada pudieron hacer estos vecinos ante al avance arrollador del nuevo boom inmobiliario.Se dice que la proliferación de edificios -a la que le dio luz verde la modificación del Código de Ordenamiento Urbano (COU)- hará colapsar las cloacas, deteriorará los servicios públicos y, obviamente, proyectará más sombra sobre las viviendas bajas.La ordenanza ya fue aprobada. Pero la asamblea que integran vecinos, profesionales y dirigentes de entidades interesados en la protección de los bienes históricos sigue adelante con su cruzada.En ese sentido, la profesora de Historia del arte y Museóloga, Angelina Muñoz Ojeda, contó que comenzaron a reunirse hace poco más de un mes y desde entonces han visto cómo se aceleraron “las agresiones” contra esos edificios. “Es tremendo -dijo- cuando detectamos alguna casa en peligro, no podemos difundir con anticipación la protesta, porque aceleran el proceso de demolición”.Las casas están ubicadas dentro del casco urbano y las empresas constructoras necesitan demolerlas para levantar edificios que redundarán en fabulosas ganancias.

2 comentarios:

  1. Me parece genial que se frene con esto. Cuando estuve en uno de los hoteles baratos en florencia, vi que habían muchísimas reglamentaciones con respecto a eso. Deberían aplicarse aquí también, y cuidar el patrimonio!!

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  2. Soy estudiante de arquitectura y como tal comprendo que crecer con edificios en altura es la mejor manera de densificar un casco urbano que posee un tercio de la población de toda la región platense teniendo la mayoría de los servicios públicos. También soy consciente de que la actual y nefasta construcción en altura es solo para beneficio de sectores inmobiliarios, ni siquiera para aquellos que son merecedores de vivir ($$) en tales torres faraonicas, solo para los que especulan con el inmueble en detrimento de la calidad de vida y la credibilidad de la buena arquitectura como medio para una ciudad inclusiva y en crecimiento, y vaya que es necesario que lo haga, aún cuando haya que demoler ciertas estructuras .Porque en definitiva ¿que es la ciudad de La Plata? ¿Cuatro casas chorizo? No. El patrimonio, si bien ha dejado ejemplos arquitectónicos que han servido e identificado a la ciudad dígase habitantes, vecinos que no merecen ser olvidados ni borrados, no esta sólo en la arquitectura. No pretendo responder a la pregunta sino preguntármela una vez más e ir conociendo a fondo que es lo que merece ser llamado patrimonio junto con la arquitectura. Buen artículo. Saludos.

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